Jeff Tweedy traerá su universo más íntimo al Teatro Colón de A Coruña

Jeff Tweedy, una de las grandes figuras del rock norteamericano de las últimas décadas, hará parada en A Coruña el próximo 8 de febrero para ofrecer un concierto muy especial en el Teatro Colón dentro del ciclo Underfest Xacobeo “Bites”. El líder de Wilco llega en formato solitario para presentar su nuevo trabajo, “ Twilight Override ” (2025), en una de esas giras europeas seleccionadas al milímetro, con pocas fechas y en ciudades muy concretas, lo que convierte esta cita en una ocasión realmente única para ver de cerca a un artista fundamental de la música alternativa contemporánea. Hablar de Tweedy es recorrer buena parte de la historia reciente de la canción americana. Primero como pionero del alt-country al frente de Uncle Tupelo, después como cerebro creativo de Wilco, una de las bandas más influyentes del indie rock mundial, y ahora también como autor en solitario, un formato que le ha permitido mostrar un perfil aún más íntimo y directo. Su carrera siempre ha transitado entre lo...

Fito & Fitipaldis hacen temblar el Coliseum en su regreso más esperado

El «Aullidos Tour 25/26» dejó dos horas de rock impecable, emoción y un público entregado desde el primer acorde.

Había ambiente de gran cita desde mucho antes de que se apagara la luz. El Coliseum llevaba meses con todo vendido, y el regreso de Fito & Fitipaldis tras cuatro años sin disco nuevo —los que han pasado desde "Cada vez cadáver" (2021)— se presentaba como uno de los conciertos marcados en rojo del otoño. La expectación estaba más que justificada: el público entraba comentando el nuevo álbum, "El monte de los aullidos", publicado hace apenas semanas, y la sensación en el ambiente era la de una vuelta importante.



La puesta en escena arrancó con una enorme cortina gris cubriendo el escenario. “A contraluz” comenzó a sonar entre sombras, con Fito y la banda apenas insinuados entre las luces. Bastaron unos segundos para que la tela cayera de golpe, desatando la primera ovación de la noche. El arranque dejó claro quiénes iban a sostener el concierto: una banda de auténticos veteranos, que bien podrían ser la selección nacional de la música en directo de nuestras vidas, con Carlos Raya (Sangre Azul, M-Clan y con Fito desde hace 20 años) como productor y motor sonoro a las seis cuerdas, Alejandro “Boli” Climent (M-Clan, Miguel Ríos, Quique González y con Fito desde 2009) al bajo, Eduardo “Coki” Giménez (Danza Invisible, Chambao, Amaral, M-Clan , Carlos Tarque...) a la batería y Javier Alzola (el más antiguo de los Fitipaldis) al saxo y pandereta. A esa base se unió la novedad más llamativa del tour: Diego Galaz (habitual colaborador de Jorge Drexler, Sabina, Revólver, Coque Malla, Celtas Cortos, M-Clan...) y Jorge Arribas (La Musgaña, Celtas Cortos), que con sus flautas, acordeones, violines, serruchos y demás instrumentos contribuyeron a enriquecer taún en mayor medida el sonido de los Fitipaldis.



Era apenas la segunda fecha de la gira —después del doblete inaugural en Santander—, pero el conjunto sonaba como si llevaran semanas rodándolo. La producción, con una gran pantalla central desplegando imágenes y texturas visuales, acompañaba sin restar protagonismo a un sonido que se mantuvo impecable toda la noche: potente, nítido y sin excesos y lo más importante, que sonaba bien en el foso, en la pista, en la grada central y en la más lejana. No importaba donde estuvieras !!!

El bloque de temas recientes tuvo un peso notable. “Los cuervos se lo pasan bien”, “A quemarropa”, “El monte de los aullidos” o “Volverá el espanto” llegaron con más densidad y músculo que en el disco. El público —que ya se sabe buena parte de las letras nuevas— las recibió con entusiasmo, dejando claro que este último trabajo ha conectado rápido. También sonó el material más introspectivo del álbum en piezas como “Cielo hermético”, “Cada vez cadáver” o “Como un ataúd”, donde la banda tiró de contención y atmósfera.



A medida que avanzaba la noche, el registro emocional se fue ensanchando. Los visuales, pese a su magnitud, no restaban naturalidad: Fito no necesitó artificios para sostener el concierto. Alternó fuerza y ternura con la misma facilidad, sudando cada verso, agradeciendo cada grito y llevando la voz a ese punto rugoso que vuelve reconocibles incluso sus silencios.

También hubo tiempo para la tradición del tour: la grabación del saludo. Tras mostrar el vídeo del público de Santander, el Coliseum respondió grabando el suyo para Santiago, desatando otro momento de comunión.



Y entonces llegó el tramo que convirtió el concierto en algo más que una gran noche: “Acabo de llegar”, “La casa por el tejado” y “Soldadito marinero”. Tres golpes seguidos. El público estalló, coreó, acompañó cada sílaba y prolongó el estribillo de “Soldadito…” incluso cuando la banda ya había abandonado el escenario, creando un coro colectivo que resonó en todo el pabellón durante un buen rato.

El regreso para los bises empezó con la canción más emotiva del nuevo disco, “La noche más perfecta”, con un Fito poético al que alumbraban las estrellas e interpretada con un silencio respetuoso en la grada. Después, un viaje a los orígenes: “Entre dos mares”, recuperando la época de Platero y Tú, con un estallido de nostalgia entre los seguidores del rock urbano. El cierre definitivo llegó con “Antes de que cuente diez”, dos horas después de que cayera aquella cortina inicial.



Fue un concierto rotundo, firme, con una banda en estado de gracia y un público entregado. Una noche en la que Fito & Fitipaldis confirmaron no solo que han vuelto, sino que lo hacen sonando mejor que nunca. El Coliseum, literalmente, tembló.

Os dejamos con la galería de fotos del concierto: