El pasado viernes el norte peninsular sufría una racha de temporal con fuertes lluvias, viento y frío del cuál Galicia y en especial la ciudad Olívica no se libraría, pero que hacía presagiar lo que allí iba a pasar. Y es que, en el medio de la calma de la tormenta, en una pequeña sala llena de indestructibles y valientes seguidores, la banda toledana Veintiuno desato una nueva tormenta sobre el escenario, pues llegaba a la Fábrica de Chocolate el "Ya no nos hablamos Tour".
Con el concierto programado para las 22:00 horas y la apertura de puertas para las 21:30 horas eran muchos los seguidores que hacían cola desde mucho antes, desafiando las malas inclemencias meteorológicas, para no perderse nada de lo que allí iba a pasar y poder ver a su banda favorita desde muy cerca.
Con un "SOLD OUT" colgado con muchos meses de antelación y una "casi" puntualidad británica, a las 22:05 horas, empezó a sonar el preludió de "Domino" canción con la que se abre el último disco de la banda "El Arte de Perder" (2023) y que define de una manera extraordinaria a la banda:
"Somos una banda
Nosotros queríamos hacer música juntos cuando empezamos
Así que empezamos a ensayar
Y empezamos a tocar
En el garaje de un pueblo de Toledo
Porque queríamos hacerlo juntos..."
A lo que siguió la salida al escenario de los músicos entre grandes aplausos. Liderados por Diego Arroyo, a su izquierda al bajo el incombustible Yago Banet (que jugaba en casa, pues es natural de A Coruña), el hombre de las mil melodías a su derecha, Rafa Pachón a la guitarra, y todos ellos escoltados por el guardián del ritmo Pepe Narváez al fondo.
Comenzó fuerte el concierto con la interpretación de temas como "La Ruína", "Escalofríos" para volver la vista atrás y empezar a subir el tono del público con los primeros acordes de "Caramelo" uno de los grandes temas que nos ha dejado su primer disco "Corazonada" (2021).
Pasamos por "Mañana lo dejo" para irnos hacía "Pirotecnia" en la que todos gritamos con ganas juntos a ellos:
"Es un milagro
Es un instante, solo apenas te ha rozado
Ha regresado aquel olor a dopamina,
Tal vez nos mate, pero sabe a pura vida
A pura vida"
mientras saltábamos y nos abrazábamos al ritmo de la canción todas a una.
La banda toledana cuenta con un compendio de verdaderos hits y canciones frescas que se hicieron notar y empezaron a ritmo de "Nudes" uno de los estandartes de la banda con el que volvieron a convertir la sala en una pista de baile.
"Haters", "Mi Monstruo y yo" y "Salvavidas" siguieron subiendo la calidad del concierto y haciendo más fuerte la tormenta de música y energía que parecía haber entrado en el local, ante la calma ya del exterior del mismo.
El concierto se celebró el 8 de Marzo, día en el que se celebra el Día Internacional de la Mujer, y en el que la banda quiso aprovechar para darle voz a su inseparable Marina Rodriguez gran fotógrafa y comunicadora que acompaña a la banda, en la que reivindico la lucha de las mujeres y nos contó una anécdota machista que le ocurrió cuando estaba trabajando en uno de los conciertos.
Cuatro canciones posteriores nos llevaban al momento de mayor intimidad de la noche, en la que la sala con un gran silencio y respeto (que algunos de los de las últimas filas quisieron estropear, siempre hay alguien por desgracia al que no le interesa lo que sucede en el escenario). "A la Orilla" con Diego sentado al piano, "Chihiro" en acústico, una de las canciones llamadas a ser uno de las grandes contribuciones de la banda a la música indie y que probablemente será uno de sus grandes legados (esperemos que no sea el único) y que terminaron con "Desvelo" y "Fiera".
"Fiera" es el tema en el que la banda destaca el vivir aprendiendo a perder y en la que Diego nos hablaba de ese algo que esta después (y por encima) de la pérdida, más allá de las individualidades del mundo actual, el que haya al menos alguien que te apoye, que te diga “yo estoy aquí”.
"La Toscana" una de nuestras preferidas y por lo que se ve de gran parte del público que la coreó con la banda, comenzó a marcar el adiós de la banda y el fin del concierto, un momento que no queríamos que llegará pero en el que nos quedaría el gran sabor de boca de lo vivido.
Se cerró el concierto al ritmo de "Dopamina" y "Cabeza Abajo" canción que el propio Diego catalogó como la mejor de la banda y que volvió a despertar los gritos del público entre los que el vocalista se mezclo y acerco para interpretarla.
Llegó el final y... ¿qué canción faltaba? Si, faltaba "La vida Moderna" uno de los singles del último disco de la banda y otro de los hits que nos dejan junto a los barceloneses Love of Lesbian. Esta canción que para los que ya conocíamos y seguíamos a la banda desde hace tiempo no nos sorprendió de su calidad, y que para muchos fue conocida por su interpretación en el fenómeno televisivo OT, nos llevó a otro planeta y con su último acorde a la realidad, el concierto se había acabado y llegaba el momento de regresar a casa y como no.... tarareando las canciones de la banda, de una de nuestras bandas favoritas.
Podemos decir que la banda sigue conquistando el amor de sus fieles con su estilo característico, su sonido impecable y su carisma arrollador.
La banda, por desgracia, pisa poco tierras gallegas pero os recordamos que por suerte lo volverán a hacer muy pronto, pues participarán en el festival FIV de Vilalba.
Os dejamos con la galería fotográfica del concierto:
