La mañana del sábado 27 de julio nos dirigimos al puerto de Vigo para coger un catamarán que nos llevaría a uno de los festivales más singulares que hay en Galicia, el destino elegido era la Isla de San Simón y nos dirigíamos al Festival SinSal SON Estrella Galicia 2024 que un año más había agotado sus entradas.
El festival es conocido por su cartel secreto y los móviles en el catamarán echaban humo intentando saber que grupos nos tocarían, cosa que no conseguimos saber hasta encontrarnos a pocos metros de la isla, ya sabíamos que el festival ofrece una programación diversa con músicas de vanguardia y con especial protagonismo a proyectos liderados por mujeres, bandas emergentes y artistas que no han tocado antes en Galicia y la suerte ya os podemos adelantar que nos acompañó.
Nada más desembarcar, foto a los horarios protocolaria y reconocimiento de la isla y localización de los escenarios. Nos encantó la decoración de las escaleras de subida desde el embarque dando las gracias en cada escalón en un idiona diferente a los asistentes. Pronto nos quedamos enamorados del paisaje y de la isla y nos sorprendió como pasabas de estar sudando a necesitar una chaquetita con solo avanzar y cambiar tu orientación unos metros, los pocos edificios están perfectamente sincronizados con el paisaje y el Festival y sus puestos de comida y bebida no se sentían invasivos. Unos vigilantes del parque siempre alerta eran también suficiente persuasión para que nadie hiciera ninguna tontería.
Nuestro primer encuentro con la música fue al ritmo de la sesión Malmequeres: rastreando archivos donde Photoner sacó a trabajar su colección de casetes y sí, hemos dicho casetes.
Los vigueses Isius fueron nuestra siguiente parada, ellos están muy orgullosos de su cuarto disco "Studio 2" (2024) grabado en Abbey Road, la casa de los míticos Beatles y que ya os da una pequeña pista a los que no los conocéis de a que pueden sonar. El grupo liderado por José Viqueira hizo una quincena de temas en los que las guitarras acústicas delataban a los primeros álbumes y la ausencia de estas nos acercaba más al power-pop noventero de "Studio 2". Comenzaron con "Sertraline" (El primer single de esta última etapa) y terminaron con "PIJP 2"(un clásico de su discografía), en medias temas de todos sus álbumes de los que destacamos "Parents", "Peñíscola" o "Hit" por como sonaron en el directo.
En el precioso escenario de Santo Antón rock`n`roll (el más bonito del festival con unas vistas de la ría impresionantes), a las 15:15 horas y sentados cómodamente en unas sillas, pudimos asistir al show de Mohammad Reza Mortazavi, un percusionista germano-iraní considerado como el mejor intérprete de tombak (tambor en forma de cáliz) alrededor del mundo y fue el instrumento que eligió para abrir su espectáculo aunque la mayor parte del show la hizo con otro instrumento tradicional como es el daf, un tambor de marco de origen persa, muy parecido a la pandereta aunque considerablemente más grande. Mortazavi demostró porque muchos lo consideran “el hombre con los dedos más rápidos del mundo” y su hipnótica actuación recibió una fuerte ovación de todos los allí presentes.
A las cuatro y media de la tarde los portugueses (surgidos en Guimarães) Unsafe Space Garden salieron a escena de manera arrolladora y convirtieron la isla en un paraíso de sonidos y emociones, la banda capitaneada por Nuno Duarte es conocida por su eclecticismo, por su teatralidad y sobre todo por su derroche de energía. Alexandra Sandanha descalza trotaba por el escenario dándole una voz mágica a unas canciones totalmente psicodélicas, mientras Diogo Costa demostraba que es un virtuoso de las cinco cuerdas, Joao Silvestre y Helena Peixoto llevaban el ritmo de la actuación y todo siempre bajo una capa de humor que no abandonó en ningún momento el show. Nos encantaron temas como "Trip To The Nonsensical Tsunami" y "Garden of Delights", nos presentaron su último álbum: "Where´s the Ground" (2023) y nos unimos a su “Estado desenfrenado Walden” como rezaban sus carteles.
Primera aproximación al escenario SON Estrella Galicia para ver a los japoneses GOAT. Liderados por Koshiro Hino, los de Osaka a los treinta segundos de concierto ya nos dejaron claro que no íbamos a ver un concierto normal. La percusión dominaba siempre las piezas y los ritmos complejos y las armonías disonantes se entrelazaban abusando de la repetición, con un Koshiro que con una botella de Cola dentro de su saxo capitaneaba el escenario y convertía su instrumento en una fábrica que no paraba de producir y producir sonido industrial, llevándonos a todos los presentes a un paisaje nuevo en el que la naturaleza de la isla se fundía con lo urbano y el orden de la naturaleza en el desorden del sonido y curiosamente todo lo que os comentamos casaba bien. Si no nos entendéis abrid vuestra plataforma preferida y reproducid "Rhythm & Sound", "Noise & Silence" o "New Games", entonces comprenderéis lo que os decimos y os uniréis a nuestro trance, eso sí, sin poder ver a Koshiro, Tetsuya y compañía y sus repeticiones hipnóticas.
Vuelta al bello escenario de San Antón donde la cantautora Ichiko Aoba nos trajo toda su dulzura y toda su magia basada muchas veces en obras de Disney y Estudio Ghibli con su folk natal y únicamente acompañada por una guitarra. Nos pidieron que no hiciésemos fotos y que no grabásemos (y respetamos los deseos de la autora) con lo cual pudimos disfrutar plenamente de uno de los conciertos más íntimos y sensoriales de los últimos años. Nos gustó tanto que volvimos al atardecer a ver la grabación que realizó con Aleks Kolkowski en cilindro fonográfico y así poder apreciar como un sonido tan celestial surgido en un paraíso terrestre como es san Simón quedaba grabado para siempre en una pieza de metal.
Problemas en el vuelo de los barceloneses Prisson Affair provocaron cambios de horarios en todo el festival y que no los pudiésemos ver hasta pasadas las siete de la tarde, el trío catalán (Álvaro, Juanma y Adri) es punk puro, con rápidas canciones pasadas de ácido, riffs nerviosos y letras afiladas que apenas llegan al minuto y medio de duración. Temas como "Black Caiman", "Nice Guys" o "Entre Barrotes" brillaron tanto como el diente de oro de Juanma Nikotina (su vocalista). Si te gusta el egg punk vitamitado y los grupos como Black Flags, Devo o Dead Kennedys debes seguirlos.
Desde la locura de GOAT no habíamos vuelto a pisar el escenario SON Estrella Galicia y lo volvimos a hacer con otra experiencia digna de un frenopático. Trece son los miembros de Mestizo, una arrolladora banda compuesta por cinco grandes músicos de jazz del Reino Unido que se unen a ocho artistas urbanos de Colombia. Así pues el jazz, el grime, el hip-hop, el reggae, el rap y los sonidos tradicionales de gaitas, cumbias, currulaos … se unen en un concierto vertiginoso, adrenalínico y hasta nos atreveríamos a decir que educativo tanto en lo social como en lo tradicional. Nos gustaron mucho temas como "Goldmine", "Borrachero", "Reflection" o "Puente Cósmico".
Aunty Rayzor fue la encargada de recibir a la noche y de despedir a los primeros barcos de vuelta, la nigeriana transportó su potente voz de coro eclesial a un rap fluido que cortaba el aire y que bien pudiera ser la ganadora de cualquier batalla hiphop que se produjese. Las rosas rastas de Aunty se movían a un ritmo desenfrenado siguiendo a una Rayzor que presentaba "Viral Wreckage" (su úlimo álbum) y se paseaba de un lado a otro del escenario pasándoselo bien y contagiando su electricidad a un público que se resistía a abandonar San Simón porque se lo estaba pasando realmente bien.
Tras una cenita con cervecita fría, pizza de infarto, conversación fluida y Saya Dj dándonos banda sonora nos encaminamos al pantalán a coger el barco de vuelta al puerto de Vigo en un viaje de regreso nen el que se notó (y mucho) la alegría y las ganas de fiesta del personal gracias al día y la experiencia vivida.
Comentar también que las actividades paralelas del Festival merecen mucho la pena, que nosotros nos escapamos un rato a junto Xosé Lois G. Faílde y flipamos con la ruta Islario Fantasma, que nos perdimos por las sendas y disfrutamos como locos de la isla, que mola escuchar un microconcierto de clásica en un cementerio, que lo que hace Kolkowski parece magia negra y que la organización es una delicia en todos sus aspectos y que os esperamos ver en 2025 !!!!.
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