Era una noche especial en Santiago de Compostela. Desde primeras horas de la mañana, los alrededores de la Sala Capitol se llenaron de fans que, pese a la lluvia intermitente, esperaban con ilusión la tercera parada de Chiara Oliver en Galicia dentro de La Libreta Rosa Tour. A las 21:00 se abrieron las puertas y la sala, que había colgado el cartel de SOLD OUT meses antes, se fue llenando de un público entregado, muchos con pancartas, banderas LGTB, sudaderas con la icónica estrella que la cantante popularizó en Operación Triunfo y las famosas gafas de corazones de su primer single: "Mala Costumbre".
A las 22:00h, las luces se apagaron y el griterío se hizo ensordecedor. La banda tomó posiciones y, segundos después, Chiara apareció en el escenario. Con su característica energía desbordante, rompió el hielo con "La Invitada", marcando el tono de una noche llena de saltos y comunión absoluta con su público.
El setlist combinó el pop desenfadado y enérgico de "Bucle" o "Blabla" con baladas como "Cada Vez", "Cómo Aprender A Volar" o "Tulipanes", canción que cantó a dúo con Pablo López en su último concierto en La Riviera de Madrid. Chiara no paró ni un minuto, moviéndose de un lado a otro del escenario, saltando e incluso girando con la naturalidad de quien cada vez se siente más en casa sobre las tablas. "Tictac" fue uno de los momentos álgidos de la noche: la sala entera cantando cada palabra, haciendo que incluso los más mayores de la sala volvieran a su adolescencia por una noche.


La conexión de Chiara con sus fans es innegable. No solo por la entrega con la que sus seguidores coreaban cada letra, sino por los pequeños detalles que hicieron de la noche algo especial. En un momento, Chiara lanzó una cajita con sus pins coleccionables y la suerte quiso que cayera en manos de un niño. También hubo banderas de varios países entre el público, reflejo del crecimiento internacional de su fanbase, que se extiende incluso hasta Latinoamérica, donde ya ha anunciado dos fechas SOLD OUT.
Además de cantar en castellano, Oliver regaló algunos momentos en inglés, reflejando su herencia británica y sus influencias musicales, que beben de artistas como Olivia Rodrigo, Renée Rapp o Chappell Roan. Su versatilidad también quedó patente cuando alternó entre varios instrumentos, como la guitarra y el piano, reafirmando que Chiara Oliver no es sólo una voz bonita.
Tras poco más de una hora y veinte de concierto, la noche llegó a su fin con el encore. Y no podía ser de otra forma: "Mala Costumbre", el tema con el que se abrió paso en la industria, puso el broche final a una velada que sus fans gallegos seguro que recordarán por mucho tiempo.
Chiara Oliver ya no es solo una promesa. Con un talento brillante, la artista se está haciendo hueco en el panorama musical, y prueba de ello son tanto los SOLD OUTS en España como los más recientes en México. La de anoche en Santiago fue la prueba definitiva de que ha aprendido a volar, y está claro que esto es solo el principio.
Os dejamos con la galería de fotos del concierto: