La segunda jornada del evento estuvo marcada por un inesperado giro de guión ya que la esperada actuación de Kings of Leon fue cancelada tras el accidente sufrido por Caleb Followill días antes del festival. En un admirable ejercicio de reacción, la organización confirmó a Kasabian como sustitutos. Y no defraudaron.
Con una mañana muy lluviosa en Galicia y más en Santiago todo mal presagio recorría las caras de unos festivaleros que decidían descansar toda la mañana en las zonas de acampada para coger fuerzas para una nueva jornada del festival pasada por agua, pero sin embargo como acto de fe fue abrir las puertas del recinto y salir un sol que quemó a más de uno.
La jornada la abrieron dos bandas emergentes que llegan pisando muy fuerte y que nos gusta mucho ver por nuestra tierras, la compositora riso-checa afincada en Brighton Aiko y que salto a la fama gracias a su participación en la pasada edición de Eurovisión representando a República Checa son su tema "Pedestal" uno de los más coreados en su paso por Santiago y la banda Merino que liderada por Sandra a la voz y guitarra y Álex a la batería nos presentaron su último trabajo: "El Bosque" (2025) del que sonaron temas como "El Laberinto", "El Bosque" o "La Niña", aunque la banda también interpretó temas de su primer trabajo: "Himnos de Guerra" (2023) como "Cerca del Invierno" o "Demasiado Grande". La banda a través de su performance (rodeados de ramas que simulaban la presencia de un bosque nevado), la iluminación o la voz de Sandra consiguieron crear sobre el escenario una atmósfera de pop de alto voltaje emocional.

Llegaba el turno de una banda vecina, pues de Valladolid llegan pisando muy fuerte Siloé, la banda liderada por Fito congregó a un gran número de personas entorno al escenario Estrella Galicia para hacer como nos tienen mal acostumbrados un gran concierto. Con un recinto lleno de camisetas de la banda, que nos sorprendió mucho, ya que en lo que llevamos de esta edición del festival no habíamos visto cosa igual y un público entregadisimo desde el minuto 1 con la interpretación de "La verdad" vibramos, gritas y bailamos con temas como: "Cierra los Ojos", "La Oposición" o "Si me necesitas, Llámame" pero los vallisoletanos tenían dos sorpresas, la primer fue invitar al escenario a la primera colaboración del festival al gran Luis Fernán para interpretar ya hacía el final de su show: "Nada que se parezca a ti" mientras que la segunda fue una actuación sorpresa en acústico en el stand de Johnnie Walker patrocinador de la banda que congregó a miles de seguidores. Siloé es actualmente una apuesta segura para cualquier progrmador de conciertos.
Pero si hubo una actuación que elevó el día a una dimensión emocional distinta, fue la de Amaia. La artista pamplonica llegaba al festival para presentarnos su tercer trabajo, el delicado y atmosférico: "Si abro los ojos no es real" que le ha otorgado cuatro galardones de los Premios de la Música 2025 a mejor canción del año, canción de pop, compositora y arreglo.
La artista navarra firmó uno de los conciertos más íntimos, elegantes y conmovedores del festival. Vestida con sencillez, rodeada de una escenografía sutil y envolvente con una gran escalera central, Amaia convirtió el escenario en una cápsula emocional donde cada canción parecía flotar.


El público la acompañó en silencio respetuoso y luego en ovaciones largas y sinceras, especialmente durante los temas de este nuevo trabajo como: "Dilo sin hablar", "Auxiliar" o "Despedida", sin embargo Amaia tuvo un pequeño percance con la afinación de su arpa que impidió que pudiéramos disfrutar de "Ya está" pero no deslució en nada su show. Uno de los momentos más intensos del festival y del concierto llegó casi al final del mismo: la interpretación de "Tengo un pensamiento", una de las joyas escondidas de su repertorio que ya puede considerarse himno del indie pop nacional por derecho propio. Fue un momento cargado de ternura, contención y emoción colectiva que se sintió como un susurro compartido entre miles.


Amaia también rindió homenaje a sus influencias con versiones que sorprendieron y encajaron perfectamente con la atmósfera del show. Su reinterpretación de "Santos que yo te pinté" de Los Planetas y "Me pongo colorada" de Papa Levante confirmaron su capacidad de convertir cualquier canción, por distinta que sea, en parte de su universo musical único. Acompañada por una banda numerosa y precisa de multi-instrumentistas, Amaia volvió a demostrar que su evolución artística es silenciosa, pero imparable.
Si Amaia fue contemplación y belleza, Carolina Durante fue desgarro y desenfreno. El cuarteto madrileño desplegó un directo rotundo y sudoroso que conectó de forma visceral con el público. Contra todo pronóstico, Diego
Ibáñez, recién operado, ofreció una actuación apoteósica, sin ahorrar una gota
de energía. Se movió, gritó, agitó al público y acabó literalmente dejando el
alma sobre las tablas. Nadie diría que estaba recién salido del quirófano.
El concierto se apoyó en los temas más potentes de su último disco, como "Tempo 2", "Elige tu propia aventura" en la que estuvieron acompañados de un quinteto de cuerdas, "Joderse la vida", "Normal" o "Tomar café", todos recibidos con locura por un auditorio que coreaba cada frase como si fueran lemas generacionales. Pero el gran delirio llegó con "Hamburguesas", coreada al unísono entre saltos, pogos y una explosión colectiva que desbordó la explanada del Monte do Gozo.
No faltó el repaso a sus anteriores trabajos, con clásicos como "Granja Escuela", "Niña de hielo", "Tu nuevo grupo favorito", "Cayetano" y el cierre por todo lo alto con "Las canciones de Juanita", que selló su paso por el festival con una ovación interminable. Carolina Durante no solo confirmaron que han crecido; demostraron que lo suyo es ya parte central de la historia reciente del indie-rock español.


Kase.O vuelve a estar de dulce. Para este 2025 ha diseñado una gira exclusiva por los principales festivales nacionales, con motivo de su 30 aniversario, en la que reinterpreta los grandes éxitos de toda su carrera.
El rapero zaragozano no se dejó nada atrás: desde himnos con Violadores del Verso como "Vivir para contarlo", "La ciudad nunca duerme" o "Presente", hasta joyas de sus primeros trabajos en solitario como "Pequeñas dosis" o "Ringui dingui". Pero llegado al final del concierto, Kase tenía una sorpresa preparada y no era otro que Shohai, por lo que los asistentes a su concierto pudieron volver a ver sobre las tabla a Violadores del Verso para interpretar primero un tema de Kase O. como: "Viejos Ciegos" y posteriormente otro tema de Shohai como: "Te pone bien" Una actuación que combinó madurez escénica y potencia lírica, reviviendo la conexión profunda con su público, entre nostalgia, respeto y expectación por lo que está por venir.
A pesar de ser los últimos en incorporarse al cartel, Kasabian dejó claro por qué sigue siendo una banda imprescindible en directo y ofrecieron una de las actuaciones más pulidas del festival. Algunos asistentes, despistados por el cambio de última hora, se sorprendieron al verlos sobre el escenario, pero bastaron unos acordes para encender al público. Ofrecieron un concierto arrollador en el que repasaron clásicos como "Call", "Itallian horror", "Re-Wired", "Hell of It" o "Empire", y pusieron el broche de oro con "LSF" y "Fire", dejando al público completamente entregado.
La banda de Nashville supo encandilar al público con un despliegue por todo lo alto de su arsenal sonoro, un setlist equilibrado, emocional y poderoso que captó la atención de los más puristas del pop.
Para cerrar la jornada volvió al escenario la electrónica y la música urbana de la mano de la barcelonesa Bad Gyal.
La noche se tiñó de brillo, beats caribeños y sensualidad con la llegada de Bad Gyal. Su actuación fue mucho más que un concierto: un espectáculo en toda regla, con escenografía luminosa, cuerpo de baile de primer nivel y una producción visual que acompañó cada tema con precisión y dinamismo. Desde los primeros compases de "Fiebre" y "Blin Blin", el público joven entró en un estado de euforia colectiva que no decayó en ningún momento.
A lo largo de su set, desgranó éxitos como "Nueva York (Tot)", "Zorra", "Alocao", "Flow 2000" y "Chulo pt. 2", además de temas recientes como "Bad Boy" o "El Sol Me Da". Con una mezcla de dancehall, reguetón y pop urbano, Bad Gyal mantuvo al público bailando sin pausa. Su carisma y presencia escénica marcaron una de las actuaciones más potentes del viernes, reafirmándola como una de las voces más influyentes del panorama urbano actual.
Cerro la jornada Juan Magán que dejo ver sobre el escenario Estrella Galicia los pasos de baile prohibidos al ritmo de sus grande éxitos como: "Bailando por ahí", "No sigue modas" o "Bum Bum Tam Tam". Os dejamos con la galería de fotos de la jornada.