Sábado: de lo emergente al pop más consagrado
El sábado comenzó con Ptazeta, que sacó músculo y carisma desde el primer minuto. Su rap agresivo y feminista encontró eco en una audiencia entregada que coreó cada línea. Luego vino Lode, una de las joyas locales en ascenso, que demostró que Galicia también tiene relevo generacional en la escena urbana.
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Leire Martínez, en uno de los directos más sorprendentes de la jornada, presentó un show que jugó con la nostalgia y la reinvención. Su setlist combinó temas propios como: "Tres deseos" o "Cabeza de ratón", esta última dedicada con firmeza a todas las mujeres que se adentran en el mundo de la música, conscientes de las dificultades que eso implica. Antes de interpretarla, lanzó una frase que quedó resonando: “porque a veces es mejor ser cabeza de ratón que cola de león”. El resto del repertorio fue un viaje emocional por sus clásicos en La Oreja de Van Gogh: canciones como "El último vals", "Jueves", "Muñeca de trapo" o "Rosas" se convirtieron en un canto colectivo, coreado por varias generaciones que crecieron con esa voz. Leire demostró fuerza vocal y presencia escénica, dejando claro que su propuesta actual no es solo memoria, sino también futuro. Cerró con "Mi nombre", después de un encore que incluyó la emotiva "Inmortal", despidiéndose con elegancia y emoción contenida.
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Julieta firmó uno de los conciertos más coherentes y personales del sábado. La artista catalana desplegó un setlist sólido que viajó por el pop electrónico en catalán con naturalidad y contundencia. Arrancó con "Trenca'm el cor" y "Full Romance", marcando desde el inicio un tono íntimo pero bailable. Supo construir un universo propio, con canciones como "Els contes", "Jean Blau" o "M'oblido d'oblidar-te", que demuestran su habilidad para combinar dulzura melódica con base rítmica envolvente.
No faltaron gestos hacia su generación, como el guiño a Mushkaa con "Vaya Liada" o la interpretación de "Thelma & Louise", original de Belén Aguilera, que reforzó el espíritu de sororidad y conexión femenina que marcó su directo. El tramo final fue un crescendo emocional con temas como "Loba", "L’amor de la meva vida" o "Cari", que el público recibió con entusiasmo. Con "En mi coche", "Taxi" y la explosiva "LOKURA", cerró una actuación vibrante que combinó mensaje, ritmo y una estética sonora que la posiciona como una de las voces más genuinas de la nueva ola pop en catalán.
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Uno de los momentos más multitudinarios del sábado fue con Omar Montes, que apareció como si saliera de su propio universo mediático, rodeado de humo, hype y gritos. No faltaron temas como "Bulerías del maleante", "La Rubia", "Arena y sal", "Si tú te vas" o "Alocao", que convirtieron el recinto en un karaoke gigante, con fuegos y cuerpo de baile incluidos. En uno de los momentos más comentados de la noche, lanzó al público su propia cazadora de cuero, generando una auténtica batalla campal por tan preciado recuerdo. Finalmente, una joven logró hacerse con ella, llevándose consigo un trofeo inesperado y simbólico de una actuación que fue puro espectáculo, desparpajo y conexión con el público.
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María Escarmiento encajó como un guante en el festival: descaro pop, bases electrónicas y letras con ironía millennial. Su directo fue creciendo en intensidad, con una estética club y actitud desprejuiciada. No faltaron temas como "Dónde fue nuestro amor", "LA VIDA QUE ELEGÍ", "PREFIERO", "Bolso Valentino" o el himno millennial "MIAU", que interpretó junto a Fran Laoren, con quien también compartió otros momentos del show. Incluso se animó con una versión de "6 de febrero" de Aitana y "XQ tan wapa tú" de Delgao. Presentó una canción nueva –posiblemente titulada "Es amor" o "Fue tuyo primero"– y consiguió que el público se lanzase a un pogo con su versión de "Puedes contar conmigo", a petición popular. El concierto terminó de forma algo abrupta por el límite horario, con un breve pero explosivo cierre a base de "v4mos a la fiest4". Fue una especie de after improvisado antes del tramo final del sábado.
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Amaia deslumbró en su actuación con una presencia imponente y un estilo cuidado al detalle. Vestida con un elegante vestido de seda rosa y botas negras altas, se mostró como una auténtica diva del pop contemporáneo. Sus coreografías, sencillas pero meticulosamente estudiadas, resultaron tremendamente efectivas para conectar con el público sin perder naturalidad.
A lo largo del concierto, Amaia derrochó talento vocal y destreza en varias ocasiones, mostrando un control impresionante sobre su voz que emocionó y sorprendió. Además, no se limitó solo a cantar: demostró su habilidad como instrumentista tocando el piano y un espectacular arpa, aportando una riqueza sonora que elevó aún más la experiencia.
Su repertorio, muy cuidado y variado, navegó entre canciones propias y homenajes que evidencian su sensibilidad artística. Abrió con "Tocotó" y "Magia en Benidorm", que marcaron un tono íntimo y cercano.
Durante el show, Amaia sorprendió con versiones de temas como "El encuentro" de Alizzz y "Santos que yo te pinte" de Los Planetas, integrando esos ecos en un discurso musical personal y fresco. No faltaron momentos de folk con la inclusión de elementos de la tradicional "La Tarara" dentro de "Nanai", que reforzaron esa conexión con la raíz y la experimentación.
La voz de Amaia fluyó con naturalidad, tanto en las baladas como en temas más rítmicos, y hubo espacio para el juego con el público en la versión acústica de "Nuevo verano", una petición expresa que ella respondió con sencillez y emoción. El cierre llegó con "Bienvenidos al show", tras la espectacular "Tengo un pensamiento", que pese al poco tiempo desde su lanzamiento ya se ha convertido en su tema icónico.
Su mezcla de sensibilidad y fuerza, unida a una puesta en escena elegante y cuidada, la convirtió en uno de los momentos más memorables del Big Sound Pontevedra 2025.
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Para cerrar el festival, Rels B ofreció un espectáculo de estrella absoluta que mantuvo al público pegado hasta el último minuto. Con un repertorio extenso y muy cuidado, repasó tanto sus grandes éxitos como algunas sorpresas, mostrando su versatilidad y talento para combinar el rap, el trap y el R&B con melodías irresistibles. Temas como: "1 de enero, Puntacana", "Caída del cielo", "Pa quererte", "¿Cómo dormiste?" — uno de sus temas icónicos —, "La vida sin ti", "Te regalo" o "Mejor no nos vemos" fueron coreados sin descanso. También sorprendió con versiones de Junior H, Eladio Carrión y Dellafuente, y mantuvo una atmósfera íntima y cálida pese a la dimensión del evento. Todo ello se desarrolló en un espectacular escenario que destacaba por una gran pantalla con forma cilíndrica en su parte central, que amplificaba la experiencia visual y sumergía al público en un show de luces, colores y energía. Entre luces de neón y bases sedosas, desplegó su flow melódico y actitud chill, dejando claro por qué es uno de los artistas más sólidos y queridos del panorama urbano actual.
Os dejamos con la galería de fotos del festival: