El Coliseum de A Coruña fue, una noche más, escenario para uno de los artistas más importantes del rap hispano.
Trueno, que no pisaba la ciudad Herculina desde el 2021, demostró con beats potentes y una energía que desbordaba el recinto, por qué es una de las figuras más sólidas del panorama latino actual.
El de Buenos Aires, que con solo 23 años acumula más de 14 millones de oyentes mensuales en Spotify, aterrizó en A Coruña para dar el tercer concierto europeo de su gira de este año, bautizada como "EUB (DELUXE) WORL TOUR", en la que presenta su tercer álbum de estudio, "El Último Baile" (2024).
En la entrada del emblemático recinto se podían ver banderas argentinas y camisetas de la selección y del Boca Juniors (equipo que tiene su estadio en el barrio en el que nació el artista) y dentro no iba a ser menos; las primeras filas se llenaban de carteles en el aire, más camisetas de fútbol, y un mar de gente emocionada por ver a un ídolo de masas desde las mejores y más próximas posiciones.
Puntual como un reloj, a las 22:00h se apagaron las luces, y salió al escenario la banda que acompañó a Mateo durante toda la noche. La percusión, guitarras y el piano que crearon melodías en vivo y en directo que acompañaron las rimas de Trueno durante más de una hora y media de concierto.
Y en cuanto el rapero puso un pie en el escenario, el Coliseum se vino abajo. Miles de voces gritaron y empezaron a cantar "Grandmaster", tema que abre el álbum, a coro y palabra por palabra, para comenzar una noche que seguro que ni el propio Trueno ni ninguno de los asistentes iban a poder olvidar.
Los temas se iban sucediendo, y la energía iba en aumento, a "Grandmaster" le siguió un tema para los fans más antiguos y dedicados, su sesión con el productor argentino Bizarrap, que salió en el 2019, y después "FUCK EL POLICE", de su segundo disco "Bien o Mal" (2022).
Durante todo el concierto, Trueno se mostró cercano y agradecido, y pudimos ver la esencia de un chaval de barrio, que en sus canciones plasma sus vivencias, habla de la situación, injusticias y la devoción por su país, y cómo no sus emociones.
Los temas se iban sucediendo, y hasta hubo momento para las colaboraciones del nuevo disco, como "Cruz" tema que Trueno comparte con Feid o "En La City", con Young Miko, y también protagonismo para canciones de su segundo disco, como "Bien o Mal" que le da nombre.
El Coliseum se cayó con algunos de los temas más famosos, pues todos allí estábamos esperando ansiosos para poder cantar "Real Gangsta Love", "Los Aparatos" o "No Cap" (que muchos conocerán por ser cabecera del programa de televisión La Revuelta), pero sin duda, uno de los momentos más especiales del concierto fue "Tierra Zanta", tema en el que Trueno hace una gran reflexión social sobre Latinoamérica, y sin duda uno de los momentos en los que a él se le vio más emocionado, y al público más entregado de la noche. Sólo recordarlo pone los pelos de punta.
Y como no podía ser de otra manera, Trueno no se iba a ir sin sacar a la luz el atributo que lo ha llevado hasta donde está hoy, el freestyle, y no dudó en salir al escenario acompañado solamente de una mesa de mezclas, y nos deleitó con versos improvisados al momento sobre una base que empezaba con el icónico tema "Volando Voy", de Camarón, y terminó con barras sobre Coruña y la noche impresionante que estábamos viviendo, demostrando así que tiene un don innato para las rimas.
Y en un abrir y cerrar de ojos, el concierto llegó a su fin, no sin antes montar una última fiesta que animó al público a saltar y montar pogos al ritmo de "Mamichula", "Cuando el bajo suena", "Violento", tema en el que el propio Trueno se bajó al público, y terminando todo lo alto con "Dance Crip".
Casi dos horas de show que dejaron bien claro que hay Trueno para rato, y que no es un artista que vaya a dejar indiferente a nadie.