Jornada del viernes (Tercera jornada)
La lluvia caída por la noche no tuvo compasión con nosotros y logró entrar lo suficiente dentro de nuestra tienda de campaña como para obligarnos a buscar por la mañana una lavandería donde secar parte de nuestra ropa y de paso entablar nuevas amistades y comentar los conciertos del día anterior. Tras una agradable comida en grupo (un poco más tarde de lo habitual) y con las nubes llorando sobre nosotros aún, nos acercamos al festival a las 17 horas para descubrir como la verde hierba se había convertido en un gran lodazal en buena parte del recinto.
La banda japonesa Jiluka fue nuestra elegida para abrir la jornada, la banda de visual kei metal compuesta por Ricko, Sena , Boogie y Zyean que se estrenaba en territorio español. Con una estética propia de los videojuegos Kingdom Hearts y Final Tantasy en sus atuendos y un metalcore con complejos riffs de guitarras y aceleradas baterías, con voces limpias y guturales combinadas y con momentos melódicos y otros totalmente brutales. Desde “S4VAGE” hasta “Ablaze” pasearon 11 temazos entre los que no faltaron “OVERKILL”, “Obliterator” o “SUZAKU” dejando encantados a los amantes del metal nipón y ganando para la causa a muchos de los que no los conocían.
Nuestro siguiente paso fue hacia la carpa del Chaos donde resguardados de la lluvia pudimos ver a Phil Bayer y Marv Wilder los integrantes de Floya una banda de rock alternativo formada hace 3 años en Alemania y que suena muy, muy bien en directo y que bebe mucho de la influencia de artistas como Peter Gabriel y Sting o de bandas como U2 o Coldplay. El concierto giró alrededor de su álbum de debut “Yume” (2024) del que nos encantaron en directo temas como “The Hymm”, “Wonders” o “Willows”, fue un conciertazo en toda regla en el que no dudaron en incluso mezclarse con el público y que enamoró a todos los presentes pese en momentos acercarse mucho al pop lo cual es peligroso en un festival como este.
Bajo el nombre de Sôber se pasaron tres proyectos al mismo tiempo en el Main y bajo la lluvia en un concierto en el que los 30 años de la banda se pusieron de manifiesto en todo momento con la profesionalidad y el saber estar sobre las tablas, además del proyecto principal dejaron sitio a los paralelos de los hermanos Escobedo donde Carlos con su sombrero vaquero recordaba la etapa de Savia o el protagonismo vocal de Morti nos traía a Skizoo. Hasta dieron protagonismo a los ResuKids en “La nube” mientras el público coreaba “Niñooooos, futuroooo”, muy aplaudidos temas míticos como “Arrepentido”, “El día de la liberación”, “El hombre de hielo” o “Blancanieve”, salimos muy contentos del bolo y deseando que la cámara de la guitarra de Carlos nos hubiera capturado muy guapos y elegantes mientras coreábamos a todo pulmón los temas.
Vuelta al refugio de la lluvia de la carpa donde Cándido, Ángel, Álvaro y Jaime dieron el mejor concierto sin duda del Chaos y muy probablemente el mejor de todo el festival, para quienes no los hayáis reconocido aún estamos hablando de los cordobeses Viva Belgrado quienes aparte de defender esa maravilla de álbum llamado “Cancionero de los Cielos” (2024) también repasaron parte de su biografía musical en un show íntimo, cercano, preciso y descomunal lleno de bisturís quirúrgicos que van directos a tu corazón. Colocados en forma circular con Cándido a la derecha y Jaime a la izquierda y con Ángel siempre de espaldas al público y tapando a Álvaro a la batería logran una estética muy personal mientras tu vista se va fijando en el cambio de color que el sudor va reflejando en la camisa de seda de Cándido, a medida que ese color va cambiando tu vas sufriendo porque sabes que cuando el sudor lo inunde toda esa catarsis para los sentidos que estas viendo cesará y no quieres que se acabe nunca. Lo soltaron todo “Chéjov y las Gaviotas”, “Collar”, “Vicios”, “Cristo de los Faroles”, “Un Relato”, “Báltica”, “Tragaluz”….. Están en forma y en su gira internacional se están comiendo y se comerán el mundo. Tras lo vivido nos fuimos riendo de aquellos pseudointelectuales del metal que protestaron en redes sociales por su inclusión en el cartel al confundirlos con los indies “Viva Suecia” y que quedaron en evidencia tras tan magna descarga de adrenalina de los “Belgrado”
Vuelta a la lluvia y al Main para ver a Corey Taylor donde el vocalista de los míticos Slipknot volvió a mostrar su amor por Viveiro al que regresaba por cuarta ocasión y a donde ha acudido ya con tres proyectos diferentes, en este último para dar el brillo total a su voz que se encuentra en un estado de gracia y donde alternó su proyecto en solitario con covers como el simpático tema de “Bob Esponja”, “Before i Forget”, “Snuff” o el demoledor para cerrar “Duality”. Esperamos que esta actuación sea el preludio de una visita el año que viene para el XX aniversario de unos Slipknott que llegarían con Eloy Casagrande a la batería y haría que la actuación de los de Iowa pasase al top de actuaciones históricas del Festival.
Paradita para cenar de unos mientras otros se refugiaban de nuevo bajo la carpa para ver el bolazo que se metieron los americanos Drug Church, liderados por el carismático Patrick Kindlon un frontman hipnótico al que muchos rechazan y nosotros adoramos por su color de voz en el atronador sonido post-hardcore con toques de punk y grunge de la banda. Los de Albany se han metido seguidos Graspop, Resu y Hellfest y eso es por algo. Tal vez temazos como “Weed Pin” , “Million Miles of Fun” o “Unlicensed Hall Monitor” tengan la culpa.
Nos reagrupamos de nuevo en el escenario principal para ver por segunda vez a los californianos The Offspring en la capital viveirense, capitaneados por los dos miembros originales de la banda que siguen en activo, Dexter Holland y Noodles, que interactuaban con el público entre tema y tema y que hicieron la delicia de los presentes bajo la lluvia durante 19 temas en los que hubo espacio para los covers de Edvard Grieg en “In the Hall of the Mountain King” y de los míticos Ramones con su mítico “Blitzkrieg Bop”, el resto del repertorio, propio, desde el “Come Out and Play” que abrió el concierto hasta el “Self Esteem” que lo cerró repasó principalmente sus dos mejores álbumes: “Smash” (1994) y “Americana” (1998), nos encantó ver lo bien que se lo pasó el público con temas como “The Kids Aren´t Alright”, “Staring at the Sun” o “You´re Gonna go Far, Kid” que sonaron realmente bien apoyados siempre por un imponente Videowall. Siempre cumplen y nos gustaría volver a verlos por Viveiro.
Solo unos míticos como los alemanes Accept podrían retener a la marabunta empapada que pensaba en volver a su casa tras Offspring y lo consiguieron, Wolf Hoffman ha sabido rodearse de dos grandes guitarristas como Joel Hoekstra (ex Whitesnake) o el más discreto Uwe Lulis, la voz y el carisma de Mark Tornillo y otros dos grandes músicos como son Martin Motnik al bajo y Cristopher Williams a la batería. Si a estos grandes músicos les unes casi 50 años de experiencia de la banda, un sonido totalmente orgánico y temazos como “Restless and Wild”, “Dying Breed”, “Teutonic Terror”, “Fast as a Shark” o “Balls to the Wall” con la que finalizarían te vas con la sonrisa de par en par y pensando que el Ritual se les hizo pequeño y que siempre merecerán ser Main Stage.
Me Fritos and The Gimme Cheetos son un grupo muy modesto que viene desde Asturias con la propuesta de pasar al punk los grandes temas del folklore nacional, hace tres años aterrizaron en el Resu cantando por Camela, Nino Bravo o David Bisbal y lo que podía haber terminado en tragedia se convirtió en una fiesta total a la que acaban invitados año tras año tras aquella primera actuación en el festival. El año pasando teniendo el honor de cerrarlo y este último siendo invitados al Escenario principal y dando relevo en él a los mismísimos “The Offspring”. Totalmente abrumados por la cantidad de gente reunida a pesar de la descarga de lluvia de la jornada y recordándonos constantemente que ellos en un escenario más pequeño se encontraban más cómodos agradecieron a un público que se lo pasó a lo grande el haberlos llevado hasta allí. No son ni de lejos los más virtuosos, se les ven las costuras por todos los lados pero ahí reside su magia, son honestos, te caen bien y te sacan al niño adolescente que llevas dentro, te encanta verlos navegar en la barca hinchable sobre tus cabezas en la canción del velero y es imposible no cogerles cariño y todos volvimos a pedirlos de cabeza de cartel a un festival al que creemos siempre quedarán unidos, nunca nos acostumbramos a ver a tanto metalero oscuro cantar por Bisbal o Bustamante sin fallar ni una letra !!!!
Capuchita puesta, camiseta térmica y miradas al suelo para no hundir el pie en el fango nos llevaron cantando de nuevo el repertorio de los Fritos de vuelta al camping A, nerviosos ante una última jornada que se vislumbraba épica.
Os recordamos que ya tenéis disponible también la crónica de las primeras jornada del festival en los siguientes enlaces: