Wolfmother en Santiago: la tormenta perfecta llegó con sol, fuzz y distorsión

Tras un fin de semana más propio del otoño que del mes grande de las Festas do Apóstolo, tuvieron que llegar desde Australia tres jinetes del hard rock para espantar las nubes y dejar una noche despejada… y cargada de electricidad. El sol salió el lunes, y por la noche también lo hizo la música: Wolfmother llenaron la Sala Capitol con un concierto corto, intenso y sin concesiones, que dejó sin aliento a los fieles compostelanos del riff grueso y la distorsión analógica. Desde una hora antes del arranque, el ambiente ya empezaba a caldearse con una sesión DJ que mezclaba rock clásico en vinilo, y que se repitió también tras el concierto, prolongando el espíritu de la noche. Fue un auténtico placer ver cómo auténticos profesionales seguían pinchando con mimo, hilando cortes de Zeppelin, Hendrix o Sabbath con gesto preciso y sin recurrir a atajos digitales. Todo un homenaje a la vieja escuela que casó a la perfección con la propuesta de Wolfmother. En esta ocasión, la banda se presentó en...

Sábado 26 de junio: La gran traca final del Resurrection Fest

La cuarta y última jornada del Resurrection Fest 2025, celebrada el sábado 26 de junio, se convirtió en un auténtico maratón sonoro bajo un sol abrasador. Desde primera hora de la tarde hasta el amanecer, Viveiro se entregó por completo a un último día cargado de energía, pogos y mucha emoción. 


Ya no teníamos que reservar ninguna fuerza y el día arrancó temprano en el Chaos Stage con Archivo Adxunto, que ofrecieron una descarga de hardcore punk crudo y directo. Los gallegos (Muros) desplegaron actitud y furia, encendiendo los primeros pogos y dejando claro que el público venía con ganas de guerra. 


Mientras tanto, en el Main Stage, Gutalax transformaban el recinto en un carnaval de confeti, papel higiénico y mosh pits surrealistas. Arrancaron con "Assmeralda" y siguieron con temas delirantes como "Nosím místo ponožky kousek svojí předkožky", "Buttman" y "Šoustání prdele za slunné neděle". El público se rindió ante su humor escatológico con "Robocock", "Diarrhero" y "Vaginapocalypse", para terminar en lo más alto con "Shitbusters" y "Strejda Donald". 



En el Ritual Stage, los navarros The Broken Horizon con su nuevo single "Nebular Echo" recién estrenado llenaban el ambiente de metalcore moderno ante el numeroso público allí concentrado, combinando agresividad y melodía con un set preciso y emotivo que incluía géneros tan diversos como el Deathcore o el Djent. 


De vuelta al Chaos Stage, los británicos Pintglass ofrecieron una lección de hardcore irónico, con breakdowns devastadores y actitud callejera que mantuvieron al público en constante movimiento combinando alegría, ironía y agrevisividad a partes iguales. Vestidos con chalecos reflectantes trajeron su “Geeza Core” a tierras viveirenses y nos gustó. 



El Main Stage recibía entonces a Tetrarch, que subieron al escenario principal con una energía arrolladora y un set cargado de riffs potentes y melodías agresivas. Temas como "Anything Like Myself", "Stitch Me Up" y "Negative Noise" marcaron el inicio de un show dinámico y contundente. No faltaron "I'm Not Right", "Cold" y "You Never Listen", que demostraron la versatilidad de la banda entre la furia y la introspección. Con "Unstable" y "Live Not Fantasize" mantuvieron la intensidad, mientras que "Take a Look Inside" y "Never Again (Parasite)" elevaron aún más la tensión, para cerrar con "Oddity", dejando claro por qué son una de las formaciones emergentes más prometedoras del metal moderno con un Josh Fore como vocalista en estado de gracia y una Diamond Rowe que acapara todas las miradas desde la guitarra eléctrica.



Poco después, los japoneses Iscream Never Ground arrasaban el Chaos Stage con un set tan frenético como festivo y propio de los grupos nipones. Empezaron con "Living Steppers" y "Endless Relay", y siguieron con "H.I.I.T" y "Bakuretsu Moretsu Soran-bushi". Con "Aso Viva Revolution" y "2step3fun4llowing" se vivieron los momentos más caóticos y bailables, mientras que "Natsu Fest Sansen Roadway" y "GOLD STEP LINSENCE" pusieron el toque veraniego. Para rematar, repitieron "2step3fun4llowing" en su divertida versión “Broken English” y cerraron con "Hissu GOGOAL", dejando al público exhausto pero feliz. 

En el Main Stage, la banda sueca Aviana liderada por Joel Holmqvis envolvía el recinto en una atmósfera oscura y elegante. Interpretaron con contundencia temas como "Anomaly", "FATHER" y "Oblivion", confirmando su evolución hacia un sonido cada vez más profundo y emocional. 



A continuación, Adept tomaron el relevo en el escenario principal tras sustituir a Crossfaith. Lejos de ser un reemplazo improvisado, los suecos ofrecieron uno de los sets más intensos de la jornada. Abrieron con "Heaven", seguido de "Carry the Weight" y "Secrets". La energía no decayó con "Shark! Shark! Shark!", "Black Veins" y "Let's Celebrate, Gorgeous! (You Know Whose Party This Is)", que desataron circle pits y coros por todo el recinto. La intensidad continuó con "The Business of Living" y "The Ivory Tower", y alcanzó momentos de comunión total en "You” y “Grow Up, Peter Pan!". Cerraron a lo grande con "At Least Give Me My Dreams Back, You Negligent Whore!", consolidando uno de los shows más memorables del día. 


En el Chaos Stage, Walls of Jericho ofrecieron una brutal descarga de hardcore-metal. Candace Kucsulain dominó el escenario con una presencia arrolladora, animando walls of death que convirtieron el foso en un auténtico campo de batalla. Un placer contar en el XX aniversario con una banda como esta que también estuvo en la primera edición y es una habitual de las tierras viveirenses. 


Mientras tanto, Vader desplegaban en el Ritual Stage su death metal clásico, con una precisión quirúrgica que sacudió a los fans más veteranos. Un show sin adornos, directo al cuello, demostrando por qué siguen siendo una referencia absoluta del género. 


Llegó entonces el momento más esperado: Slipknot en el Main Stage, que salieron al escenario bajo las notas inconfundibles del mítico tema del Coche Fantástico (KITT), desatando el rugido más grande de toda la jornada. 

Inmersos en su gira de 25 aniversario, ofrecieron un show que rindió homenaje a sus orígenes. Luces sobrias, un escenario más austero y esas máscaras clásicas que recordaban a los primeros años de la banda crearon un ambiente cargado de nostalgia y furia. 



Arrancaron con "People = Shit", seguida de "Gematria (The Killing Name)" y la mítica "Wait and Bleed", que puso a toda Viveiro a saltar. La oscuridad de "Nero Forte" y la intensidad de "Yen" mantuvieron la tensión en lo más alto. Con "Psychosocial" el público explotó en un coro unísono, y siguieron sin freno con "The Heretic Anthem", "Unsainted" y "The Devil in I", que se sintieron como un golpe directo al pecho. 


El clímax llegó con "Duality", el último tema antes del bis. Pero todavía faltaba lo mejor: "Spit It Out" desató un wall of death monumental, "Surfacing" incendió los últimos vestigios de energía y, como sorpresa final, "Scissors", que no interpretaban en directo desde 1999, sirvió como homenaje a sus raíces y dejó al público completamente alucinado. 

De manera paralela a los de Iowa, la banda de Belfast And So I Watch You from Afar reclutaba en el Desert Stage a los amantes del rock instrumental que estos irlandeses llevan ejecutando centrados en el math rock y post rock de manera magistral en los últimos veinte años (los mismos del vida del festival). Mucho mérito el de Rory, Niall, Johnny y Chriss el de congregar tanta gente cuando los Slipknott están actuando simultáneamente .


Tras el show de Slipknot llegó el ya clásico fin de fiesta espectacular, con gigantescas llamaradas de fuego, abundante pirotecnia, vídeos entrañables repasando momentos inolvidables del festival y, lo más importante, el anuncio oficial de la próxima edición: el Resurrection Fest 2026 se celebrará del 1 al 4 de julio. Una promesa que hizo vibrar a toda Viveiro y que mantiene viva la llama para el año que viene. 



De madrugada, el Ritual Stage acogía a Zeal & Ardor, sin duda uno de los grupos que más nos gustó en esta edición 2025. Su propuesta única, mezcla de black metal, góspel y blues, se transformó en un auténtico ritual colectivo. No faltaron en su setlist piezas como "Götterdämmerung", "Run" o "I Caught You", que sonaron con una fuerza devastadora. El momento más sobrecogedor llegó con "Blood in the River", esa maravilla que nos transporta directamente a los campos de algodón del sur de Estados Unidos y a la memoria de la esclavitud afroamericana. Su interpretación en directo fue bestial, cargada de emoción y furia, convirtiendo el escenario en una ceremonia hipnótica que envolvió a todos los que resistían hasta el final. 

Si por nosotros fuera, Zeal & Ardor estarían en todas y cada una de las ediciones del festival, porque lo suyo trasciende el mero concierto y se convierte en una experiencia espiritual y colectiva que siempre deja huella. 


El cierre definitivo corrió a cargo de los galeses Skindred liderados por el incombustible y magnético Benji Webbe en el Escenario Prrincipal, que con su mezcla explosiva de metal, reggae y electrónica pusieron a bailar hasta el último rezagado. No faltaron temas imprescindibles como "Rat Race", "Somebody" o "Kill The Power", que se sintieron como auténticos himnos en vivo. El famoso "Newport Helicopter" volvió a ser el momento cumbre, con camisetas girando por el aire y una sensación de fiesta total que contagió a todo el recinto. 

Así se bajó el telón del Resurrection Fest 2025: un último día vibrante y extremo que resume la esencia de Viveiro y su gente. Un fin de fiesta cargado de historia, comunidad y un amor inquebrantable por la música pesada.

Os dejamos con la galería de fotos de la jornada: